Las vacaciones escolares están a la vuelta de la esquina y en pocos días las aulas echarán el cierre hasta septiembre. Por delante, dos meses y medio de tiempo libre, ocio, diversión y descanso. Un descanso muy merecido para los pequeños de la casa que, sin embargo, no es compartido por sus fieles compañeros de aula, los piojos.
Si alguien creía que acabado el curso escolar se acabaron los picores y los ocupas en la cabeza, están equivocados. Los piojos se trasladan a los sitios de veraneo, y se instalarán en campamentos, piscinas y parques. El motivo? El mayor contacto físico entre niños, que favorece el intercambio de piojos…
Desde este blog, os iremos ofreciendo consejos y prácticas adecuadas para evitar que estos animalitos veraneen con nosotros. El primero de ellos: no bajéis la guardia!
